La música y la ópera tienen una larga historia en Francia, pero fue Jean-Baptiste Lully quien dejó un legado duradero en el género. Nacido en Florencia, Italia, en 1632, Lully se convirtió en un compositor, instrumentista y bailarín francoitaliano conocido por su trabajo en la corte de Luis XIV. Fue el iniciador de la ópera en Francia y el creador de la tragedia lírica, una forma única que combinaba el sentido estético francés con el ballet.
Los primeros años de Lully
Lully nació como Giovanni Battista Lulli en una familia italiana en Florencia. A la edad de diez años, se trasladó a Francia y comenzó a trabajar como ayuda de cámara de Mademoiselle de Montpensier. Fue en este momento que comenzó a desarrollar su talento musical, aprendiendo a tocar el violín y demostrando habilidades para el baile. Pronto se unió a la Grande Bande des Violons du Roi, una orquesta compuesta por veinticuatro violines, y bailó con el rey Luis XIV en el Ballet de la Nuit en 165
El ascenso de Lully en la corte
Con su talento musical y su astucia como cortesano, Lully rápidamente se convirtió en el compositor principal de la corte y obtuvo el favor real. Dirigió varias orquestas reales, incluida La Bande des Petits Violons, y en 1662 fue nombrado director musical de la familia real. A partir de 1664, comenzó a trabajar en colaboración con el famoso dramaturgo Molière, creando un nuevo género conocido como la comedia ballet.
En 1672, Lully logró obtener el puesto de director de la Académie Royale de Musique, y a partir de ese momento se centró en la ópera. Sus óperas, que él llamó tragédie lyrique, se basaban en las tragedias clásicas de los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean Baptiste Racine. Sus obras se caracterizaban por su solemnidad y majestuosidad, con un énfasis especial en la claridad del texto y las inflexiones del idioma francés. Además, sus espectáculos de danza elaborados y los coros grandiosos se inspiraban en el ballet cortesano.
El legado de Lully
A lo largo de su carrera, Lully compuso numerosas obras, incluyendo ballets, comedias ballets y tragedias líricas. Entre sus obras más conocidas se encuentran perseo, amadís de gaula y acis y galatea. Su estilo musical y escénico influyó en generaciones posteriores de compositores franceses, y su legado perduró incluso después de su muerte.
A pesar de su éxito, la vida personal de Lully estuvo marcada por escándalos y controversias. Se sabe que era bisexual y tuvo relaciones tanto con hombres como con mujeres. Aunque Luis XIV conocía sus inclinaciones, toleraba su conducta. Sin embargo, en 1685, estalló un escándalo que llevó a Lully a perder el favor del rey. A pesar de esto, continuó componiendo y su última obra, acis et galatée, se estrenó en 168
Trágicamente, Lully murió en 1687 debido a una infección causada por una herida en el pie que se hizo con su bastón de director de orquesta. A pesar de su muerte prematura, su contribución a la música religiosa y escénica dejó un impacto duradero en la historia de la ópera en Francia.
La historia de Jean-Baptiste Lully es un testimonio del poder duradero de la música y la ópera en Francia. Su trabajo como compositor, instrumentista y bailarín dejó un legado que influenció a generaciones de compositores posteriores. A través de su innovación en el género de la ópera y su colaboración con Molière, Lully dejó una marca indeleble en la cultura musical francesa. Su música sigue siendo apreciada y su estilo sigue siendo estudiado y admirado hasta el día de hoy.
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