La liebre y la tortuga: una lección de humildad

Había una vez en un hermoso bosque lejano, una liebre muy orgullosa y vanidosa. A ella le encantaba pensar que era el animal más rápido y ágil de todos.

La liebre presumía de su velocidad y siempre se burlaba de la tortuga, pues era lenta y tenía patas cortas.

¡tortuga, no corras tan rápido que te puedes caer! , decía la liebre riendo cuando veía pasar a la tortuga.

La tortuga, en lugar de enojarse, respondió con una sonrisa: tal vez seas veloz como el viento, pero yo te ganaría en una carrera de larga distancia. ¡así que te desafío!

Muy sorprendida por la confianza de la tortuga, la liebre aceptó el desafío sin pensarlo dos veces. Incluso apostaron un año de comida a quien ganara.

Índice de Temáticas

Comienza la carrera de la liebre y la tortuga

Antes de la carrera, la liebre y la tortuga pidieron ayuda al sabio zorro para que les indicara el recorrido y la distancia. El zorro trazó una línea en el suelo para marcar la salida y les explicó:

La carrera seguirá la orilla del río, pasará por los cultivos y terminará cerca del árbol de frutas, antes de la cascada.

El día de la carrera finalmente llegó. El oso se ubicó en la línea de salida y marcó el punto de partida para que la liebre y la tortuga tuvieran una salida justa.

La jirafa, emocionada por ser la encargada de dar la señal de inicio, preguntó a las competidoras: ¿están listas? .

La liebre respondió con orgullo: ¡sí, estoy lista! esta carrera será pan comido para mí .

Con un movimiento de cabeza de la jirafa, la carrera comenzó. La liebre salió disparada, aprovechando su velocidad y sus largas zancadas. Corrió rápidamente, tomando la delantera y dejando atrás a la tortuga.

Mientras tanto, la tortuga caminaba lentamente, pero con determinación. No se detenía ni un segundo, poniendo un pie delante del otro con paciencia. Aunque parecía ir despacio, setutorial avanzando sin rendirse.

la liebre y el violin - Cómo era la liebre en el cuento

La liebre se detiene a comer zanahorias

Después de un rato corriendo, la liebre llegó junto a los cultivos y vio las zanahorias más grandes y deliciosas que había visto en su vida. Su apetito fue más fuerte que su deseo de ganar la carrera, así que decidió hacer una pausa para comerlas.

Se llenó la barriga con todas las zanahorias que encontró y se sentó bajo un árbol para saborearlas lentamente. Mientras la liebre disfrutaba de su banquete, el sueño se apoderó de ella.

Sin darse cuenta, se quedó profundamente dormida. En sus sueños, la liebre imaginaba la victoria asegurada, sin sospechar lo que estaba pasando en la carrera real.

La tortuga avanza firme

Mientras tanto, la tortuga continuaba su camino sin distraerse. Aunque su paso era lento, no se rindió y siguió avanzando con constancia.

la liebre y el violin - Qué leccion aprendio la liebre

Pasó junto a los cultivos donde la liebre dormía plácidamente, sin siquiera notarla. La tortuga estaba decidida a llegar a la meta, sin importar cuánto tiempo le tomara.

Después de varias horas de sueño, la liebre se despertó sobresaltada. Al abrir los ojos, vio a la tortuga acercándose a la meta. Se levantó rápidamente y comenzó a correr lo más rápido que pudo para alcanzarla.

Pero a pesar de sus esfuerzos, la tortuga ya estaba a solo unos metros de ganar la carrera. Con lágrimas en los ojos, la liebre vio cómo la tortuga cruzaba la línea de meta y era declarada ganadora por los demás animales que habían presenciado la carrera.

Una lección de amistad y humildad

La liebre aprendió una valiosa lección ese día: la velocidad no lo es todo. A veces, la paciencia y la perseverancia son más importantes. Reconoció el esfuerzo y la determinación de la tortuga, y se disculpó por haberse burlado de ella.

Desde ese día, la liebre y la tortuga siguieron siendo amigas inseparables. Juntas, disfrutaron de nuevas aventuras, recordando siempre que lo importante no es llegar primero, sino disfrutar del camino.

Consultas habituales:

¿Cuántos minutos debo dedicar a la lectura de cuentos antes de dormir?

No hay un tiempo exacto establecido, pero se recomienda dedicar al menos 10 a 15 minutos a la lectura de cuentos antes de dormir. Sin embargo, puedes ajustar la duración según las preferencias y la atención de tu hijo. Lo más importante es crear un momento tranquilo y relajante antes de acostarse.

Cómo era la liebre en el cuento

La liebre en el cuento era un animal orgulloso y vanidoso. Se jactaba de ser el más rápido y ágil de todos los animales del bosque. Sin embargo, su arrogancia la llevó a cometer un error al detenerse a comer zanahorias durante la carrera, permitiendo que la tortuga la alcanzara y ganara. A través de esta experiencia, la liebre aprendió la importancia de la humildad y la perseverancia.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a La liebre y la tortuga: una lección de humildad puedes visitar la categoría Violín.

Vanessa-Mae

Soy Vanessa Mae, una apasionada del violín reconocida a nivel mundial por mi dedicación a la música. Nací en Singapur y crecí en el Reino Unido, donde descubrí mi amor por este instrumento. Mi carrera musical ha sido una emocionante aventura, marcada por la fusión de la música clásica con influencias modernas. A lo largo de los años, he lanzado álbumes aclamados por la crítica y he tenido la oportunidad de explorar diversos géneros musicales. Además, tuve el honor de representar a Tailandia en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi, compitiendo en esquí alpino. A través de mi blog personal, comparto mi pasión por el violín y mi experiencia en el mundo de la música, con la esperanza de inspirar a otros a explorar este maravilloso arte.

Subir