El entorno de la música clásica está lleno de grandes talentos que han dejado una huella imborrable en la historia. Uno de esos talentos es Ferdinand David, un virtuoso del violín y compositor alemán del siglo XIX. Nacido el 19 de junio de 1810 en Hamburgo, Alemania, David se convirtió en una figura destacada en el entorno musical de su época y dejó un legado duradero en el repertorio del violín.
Un Comienzo Prometedor
Ferdinand David tuvo la suerte de nacer en la misma casa en Hamburgo donde Felix Mendelssohn había nacido el año anterior. Criado en una familia judía, David más tarde se convirtió al cristianismo protestante. Comenzó su formación musical como pupilo de Louis Spohr y Moritz Hauptmann entre 1823 y 182En 1826, se convirtió en violinista en el Königstädtischen Theater de Berlín.
En 1829, David se convirtió en el primer violinista del cuarteto de cuerdas del barón Carl Gotthard von Liphardt en Dorpat, donde también realizó giras de conciertos en Riga, San Petersburgo y Moscú. En 1835, se convirtió en concertino de la Gewandhaus de Leipzig, trabajando estrechamente con Mendelssohn. Durante su tiempo en Leipzig, David también se casó con la hija de Liphardt, Sophie.
Una Relación Musical Prolífica
La relación entre Ferdinand David y Felix Mendelssohn fue muy estrecha y fructífera. David brindó asesoramiento técnico durante la preparación del Concierto para Violín en Mi menor de Mendelssohn, estrenándolo como solista en 184Además, junto a Clara Schumann, interpretó el estreno oficial de la primera sonata para violín de Schumann en Leipzig en marzo de 185
Después de la repentina muerte de Mendelssohn, David fue nombrado Kapellmeister de la Orquesta del Gewandhaus, cargo que desempeñó en dos períodos, de 1841 a 1842 y de 1852 a 185Ferdinand David falleció repentinamente en 1873, a los 63 años, mientras realizaba una excursión en la montaña con sus hijos cerca de Klosters, en la región de los Grisones, Suiza.
Composiciones Destacadas
Ferdinand David dejó un legado musical significativo con aproximadamente 50 obras en su catálogo. Sus composiciones incluyen 12 piezas de tema y variaciones para violín y orquesta, cinco conciertos para violín, un sexteto de cuerdas, concertinos para violín, fagot, clarinete, trombón y orquesta, y una serie de lieder. Aunque se dice que también escribió dos sinfonías y una ópera llamada hans wacht en 1852, estas obras parecen no haberse conservado.
Hoy en día, la pieza más interpretada de David es su Concertino para Trombón y Orquesta, Op. Esta pieza se utiliza muy a menudo como la obra obligatoria para los trombonistas que audicionan para orquestas sinfónicas en todo el entorno.
Editor y Arreglista
Ferdinand David también tuvo una estrecha relación con editoriales musicales como Breitkopf & Härtel en Leipzig, y trabajó como editor de obras para violín, incluyendo las de Francesco Maria Veracini, Pietro Locatelli y Johann Gottlieb Goldberg. Fue editor de los tríos para piano completos de Beethoven para la edición de C.F. Peters. También fue editor de las Sonatas y Partitas para violín solo de J.S. Bach en 184
David también realizó un arreglo para violín y piano de los 24 Caprichos para Violín Solo de Niccolò Paganini, que fue la versión utilizada para la grabación integral del centenario de la muerte de Paganini en 1940, realizada por Ossy Renardy y Walter Robert. Este arreglo fue utilizado nuevamente por Renardy en su grabación de los Caprichos en 195
En su reconocido método de violín die hohe schule des violinspiels (1867), David publicó por primera vez la Chacona en Sol menor atribuida a Tomaso Antonio Vitali, a partir de un manuscrito de la Biblioteca Estatal de Sajonia en Dresde. También escribió una versión muy utilizada de la cadenza para el Concierto para Violín de Beethoven, que fue interpretada por Joseph Joachim, de solo 12 años de edad, en el concierto de revival de esta obra en 1844 bajo la dirección de Mendelssohn.
Legado Duradero
El legado de Ferdinand David no se limita solo a sus composiciones y arreglos, sino que también se extiende a través de su influencia en futuras generaciones de músicos. Su hijo Paul David, recomendado por William Sterndale Bennett, se convirtió en el primer Director de Música de la Escuela Uppingham de 1864 a 190Además, la relación de David con Mendelssohn, desde su infancia, probablemente influyó en la elección de Mendelssohn de David como Konzertmeister en 183
Ferdinand David fue un virtuoso del violín y compositor que dejó una huella indeleble en la historia de la música clásica. Su colaboración estrecha con Felix Mendelssohn, sus composiciones y arreglos destacados, y su papel como profesor y editor, lo convierten en una figura importante en el entorno de la música del siglo XIX. Su legado perdura hasta el día de hoy, y su influencia sigue siendo evidente en la interpretación y el estudio del violín.
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