Durante las últimas décadas, se ha demostrado que la música tiene efectos terapéuticos en personas con trastorno del espectro autista (TEA), especialmente en niños. Sus efectos calmantes han sido ampliamente reconocidos en la comunidad médica, ayudando a facilitar su integración en la sociedad.
La música se utiliza a menudo como un complemento en el aprendizaje de habilidades de comunicación verbal, ya que proporciona una forma completamente diferente para que los niños autistas se expresen.
Tener otro canal de comunicación a veces puede ser vital para aumentar la intimidad entre los padres y sus hijos con autismo. Además, los niños en el espectro autista son especialmente receptivos a los estímulos musicales, y se puede utilizar la música para reforzar las respuestas deseables en ellos.
La sorprendente conexión entre la música y el autismo
Se ha realizado una gran cantidad de investigaciones que demuestran que la música tiene muchos beneficios para los niños con autismo. Si bien los individuos autistas pueden tardar más en desarrollar habilidades de comunicación verbal, son capaces de entender la música igual de bien, si no mejor, que las personas que no tienen autismo.
Aunque el autismo puede afectar a cada individuo de manera diferente, la terapia musical es consistentemente beneficiosa en todo el espectro del autismo.
En concreto, los niños autistas tienen una capacidad mejorada para reconocer el tono, memorizar melodías y asociar emociones a las piezas musicales. En algunos casos específicos, han logrado dominar el piano con fluidez incluso antes de poder hablar frases completas.
¿Por qué la terapia musical puede ser una buena opción para tu hijo?
La música ha demostrado mejorar las respuestas en niños autistas. Los estudios revelan que los niños autistas responden con mucha más frecuencia durante las clases de música. La música no solo los motiva a responder con más frecuencia, sino que también les ayuda a disfrutar del proceso de expresarse.
Si analizamos cómo funciona una banda musical, podemos entender por qué la terapia musical puede ser beneficiosa para los niños autistas. Una banda involucra diferentes instrumentos que trabajan y se coordinan entre sí para producir una melodía unificada, pero solo requiere que cada músico se enfoque en su propio instrumento al principio.
La coordinación gradual entre los diferentes instrumentos no es muy diferente a la forma en que las personas normales coordinan sus sentidos en su vida diaria. Esto es exactamente lo que a un niño autista le resulta difícil de hacer, por lo que aprender a través de la música gradualmente les ayuda a comprender y mejorar sus habilidades cognitivas de coordinación.
Cómo se utiliza la terapia musical para niños con autismo
Una de las formas comunes de incluir la música en el aprendizaje es a través de la improvisación musical, donde un terapeuta muestra cómo usar un instrumento y luego permite a los niños autistas tocar los instrumentos de la manera que deseen. Como no existe un concepto de error en la improvisación, los terapeutas pueden continuamente fomentar y construir la confianza de los niños en expresarse a través de un instrumento musical.
Otra forma de utilizar la música en la terapia es enseñarles a memorizar y repetir canciones simples, lo cual puede ser mucho más fácil para ellos de dominar que el lenguaje hablado. Los estudios también han demostrado que las melodías clásicas simples tienen el mejor efecto en calmar a los niños autistas, y eventualmente, al reproducirlas en segundo plano en su vida diaria, pueden mejorar su control sobre su propio estado de ánimo y temperamento.
Los beneficios de la música para el autismo
La música puede conferir muchos beneficios a las personas autistas. El primero de ellos es una mejora en la comunicación. Los padres y cuidadores han encontrado que los niños autistas pueden comunicarse y expresarse mucho mejor a través de la música que de cualquier otra forma de expresión. Esto puede ser en forma de canto, como una alternativa al lenguaje hablado.
La música también puede mejorar el comportamiento de un niño, ya que tiene un efecto calmante en ellos. Esto ha demostrado reducir la ansiedad, la agresión y la tensión. Esta conexión está enraizada en la neurociencia, donde la audición y las funciones motoras se controlan en las mismas partes del cerebro. Si bien los niños autistas experimentan los estímulos externos de manera diferente a la mayoría de las personas, la terapia musical los entrena para separar y enfocarse en estímulos específicos, lo que incluso puede mejorar su capacidad de comunicarse verbalmente.
La música también es una actividad multisensorial, que requiere simultáneamente escuchar, ver y tocar un instrumento musical, y esto crea una oportunidad para entrenar y afinar sus habilidades motoras.
Finalmente, la música puede ayudar en la interacción social, ya que los niños se comunican a través del intercambio y compartir de instrumentos musicales, escuchando y cantando.
Pensamientos finales
La música es una actividad atractiva y placentera que puede generar cambios positivos en el comportamiento a lo largo de sesiones prolongadas de terapia musical. Al igual que la mayoría de las formas de aprendizaje lúdico, la terapia musical para niños autistas puede ser atractiva sin ser tediosa. Es una forma extremadamente efectiva para que los padres se acerquen y se comuniquen con sus hijos autistas, incluso cuando nada más lo logra. ¡Y lo más importante, la música es divertida!
Si tu hijo ha obtenido beneficios de la terapia musical, ¡nos encantaría saber de ti!
Este es un artículo invitado por Sage Music.
Sage Music School basa sus lecciones en la ciencia y la investigación de la psicología del aprendizaje. Sus métodos de enseñanza efectivos crean estudiantes seguros y capaces que disfrutan de la felicidad de hacer música.
¿Pueden las personas autistas tocar instrumentos musicales?
Ya sea para proporcionar relajación o desarrollar coordinación o habilidades motoras, tocar instrumentos musicales es una actividad excelente para los niños.
Los niños con autismo pueden encontrar beneficios en el aprendizaje de un instrumento musical.
Aquí hay cinco instrumentos que podrían ser buenos para considerar:
- Ukulele: Tocar las cuerdas de este instrumento ayuda a desarrollar el control motor, y tiene cuatro cuerdas en comparación con una guitarra de tamaño completo que tiene seis cuerdas. El ukulele también es más fácil de sostener que una guitarra y no produce sonidos horribles si se toca una nota incorrecta. Además, los ukuleles no son muy caros, con precios que oscilan entre $50 y $100.
- Flauta dulce: No solo es fácil de sostener, sino que también es barata (algunos modelos cuestan menos de $10) y ayuda a desarrollar habilidades motoras. También es una buena manera para que los niños con autismo aprendan a controlar la respiración. Las notas agudas pueden ser un problema potencial, pero si se pueden manejar, este es un instrumento sólido y económico.
- Xilófono/Glockenspiel: Otro instrumento pequeño y económico (con precios que oscilan entre $50 y $100), esto ayuda a los niños con autismo a desarrollar el control de los impulsos y la coordinación mano-ojo.
- Trompeta: Con solo tres teclas, hay una ventaja aquí. La trompeta también ayuda a desarrollar el control de la respiración y tiene un sonido único que atrae a los niños, especialmente a los mayores que quieren formar parte de la banda de la escuela.
- Bongos: Simplemente golpear los bongos puede ser una buena manera de disfrutar del sonido y liberar algo de energía. Pero si hay un deseo de profundizar más, aprender a tocarlos al ritmo de la música desarrolla la coordinación mano-ojo y las habilidades motoras. Se puede desarrollar especialmente el sentido del movimiento y el ritmo con los bongos, que se pueden tocar sentado o de pie.
Este artículo fue publicado por primera vez en 2019 y ha sido actualizado desde entonces.
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