Boda real violinista: un momento inolvidable en la boda de máxima

La música siempre ha desempeñado un papel importante en las bodas, creando ambientes románticos y emotivos. En la boda real de Máxima y Guillermo de los Países Bajos, no fue la excepción. Uno de los momentos más destacados de la ceremonia fue la interpretación de adiós nonino por parte del reconocido violinista Carel Kraayenhof. En este artículo, exploraremos cómo llegó Kraayenhof a tocar en la boda real, su pasión por el violín y su relación con el tango.

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El Momento Especial en la Boda de Máxima

El pasado martes se vivió un momento especial en los jardines de la Bodega Salentein, cuando Carel Kraayenhof recreó el icónico momento de adiós nonino en su visita a tierras argentinas. El bandoneonista neerlandés, famoso por su interpretación en la boda real de Máxima y Guillermo, desplegó su instrumento ante un reducido grupo de personas y comenzó a tocar algunas notas del clásico del tango compuesto por Ástor Piazzola.

Este encuentro se dio gracias a la invitación de Frederike Pon, propietaria de la prestigiosa bodega del Valle de Uco, quien decidió homenajear a Kraayenhof en la cava de Salentein con la actuación del trío anselmi, un grupo de tango conformado por destacados artistas mendocinos. La relación entre Pon y Kraayenhof se inició a través del embajador argentino en Países Bajos, Mario Oyarzabal, quien propició el encuentro en una velada en su casa.

Cómo Llegó Carel Kraayenhof a Tocar en la Boda de Máxima

La invitación para tocar en la boda real de Máxima y Guillermo fue un momento clave en la carrera de Carel Kraayenhof. El director de la orquesta que estaba programando la música para la boda se enteró de que Kraayenhof era el único bandoneonista de Países Bajos capaz de interpretar una pieza de tango. Necesitaban a alguien que pudiera interpretar adiós nonino, una pieza solicitada por la misma Máxima.

El reconocimiento que recibió Kraayenhof después de su actuación en la boda fue abrumador. La gente desconocía el bandoneón y el tango, pero pronto se convirtió en una estrella pop. A partir de ese momento, su carrera despegó y tuvo la oportunidad de trabajar con artistas de renombre como Sting y Ennio Morricone. Su fama se extendió por todo el entorno y tocó en lugares tan diversos como Australia, Siberia y Alaska.

La Pasión de Carel Kraayenhof por el Violín

La historia de cómo Carel Kraayenhof se convirtió en un virtuoso del bandoneón es maravilloso. A los 8 años, comenzó a tocar el piano y, más tarde, se mudó a Ámsterdam para estudiar Filosofía. En ese momento, no pudo llevar su piano, por lo que su hermano le sugirió comprar un acordeón diatónico. Sin embargo, Kraayenhof extrañaba el piano y fue entonces cuando escuchó un disco de Juan José Mosalini, un destacado bandoneonista que trabajó con Piazzola y Pugliese.

El disco de Mosalini tuvo un impacto profundo en Kraayenhof y despertó en él un amor por el bandoneón. Durante cuatro años, buscó desesperadamente un bandoneón en Países Bajos, pero sin éxito. Finalmente, un amigo suyo se comprometió a traerle uno desde Argentina, y fue así como Kraayenhof comenzó su viaje autodidacta para aprender a tocar este instrumento.

La Relación de Carel Kraayenhof con los Referentes del Tango

La pasión de Kraayenhof por el tango lo llevó a conocer y trabajar con algunos de los referentes más importantes del género. Durante un viaje a Buenos Aires, tuvo la oportunidad de tocarle algo a Astor Piazzola, quien quedó sorprendido por su talento y le elogió diciendo que tocaba como ellos. Kraayenhof también se hizo cercano a Pugliese, a quien considera como un abuelo en Argentina.

Como resultado de su experiencia en el tango, Kraayenhof fundó la organización Clavel Rojo, que ayuda a jóvenes de bajos recursos a aprender a tocar el bandoneón. A través de su fundación, ha realizado proyectos en diferentes partes del entorno, llevando la música y la cultura del tango a lugares como Jujuy, Argentina.

La interpretación de Carel Kraayenhof en la boda real de Máxima y Guillermo fue un momento inolvidable. Su pasión por el bandoneón y el tango lo ha llevado a convertirse en uno de los violinistas más reconocidos a nivel internacional. Su historia es un ejemplo de perseverancia y amor por la música. Sin duda, su actuación en la boda real quedará grabada en la memoria de todos los presentes.

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Vanessa-Mae

Soy Vanessa Mae, una apasionada del violín reconocida a nivel mundial por mi dedicación a la música. Nací en Singapur y crecí en el Reino Unido, donde descubrí mi amor por este instrumento. Mi carrera musical ha sido una emocionante aventura, marcada por la fusión de la música clásica con influencias modernas. A lo largo de los años, he lanzado álbumes aclamados por la crítica y he tenido la oportunidad de explorar diversos géneros musicales. Además, tuve el honor de representar a Tailandia en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi, compitiendo en esquí alpino. A través de mi blog personal, comparto mi pasión por el violín y mi experiencia en el mundo de la música, con la esperanza de inspirar a otros a explorar este maravilloso arte.

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