Albert Einstein, uno de los científicos más brillantes de la historia, es conocido por sus contribuciones en el campo de la física y las matemáticas. Sin embargo, su genialidad no se limitaba solo a estas áreas. Einstein también era un apasionado de la música, especialmente del violín. En este artículo, exploraremos la relación de Einstein con el violín y cómo la música influyó en su vida y trabajo.
![Albert Einstein Violin playing/ only recorded file of his playing/ MOZART’S SONATA In B-flat](https://i.ytimg.com/vi/Px5t479ZRew/hqdefault.jpg)
- El amor de Einstein por Mozart
- Habilidades destacadas en la interpretación de Beethoven
- El violín como fuente de alegría y amor
- La admiración de Einstein por Bach
- Impacto en las mujeres
- El uso de la música para resolver problemas
- Desagrado por Wagner
- Conversaciones musicales de alto nivel
- Vicepresidente de la Sinfónica de Princeton
- La música como carrera alternativa
El amor de Einstein por Mozart
Desde una edad temprana, Einstein mostró interés por el violín. Comenzó a tomar lecciones a los cinco años, pero fue a los 13 años cuando realmente se enamoró del instrumento al escuchar las sonatas para violín de Mozart. Einstein describió la música de Mozart como pura y hermosa y la consideraba un reflejo de la belleza interna del universo.
Habilidades destacadas en la interpretación de Beethoven
Aunque Beethoven no era su compositor favorito, Einstein demostró tener habilidades destacadas al interpretar sus obras. A pesar de describir la música de Beethoven como demasiado personal, casi desnuda, Einstein lograba transmitir una profunda comprensión al tocar las sonatas de Beethoven. Incluso su profesor de música en la escuela secundaria en Suiza lo elogió por su interpretación de un adagio de una sonata de Beethoven.
El violín como fuente de alegría y amor
El violín era una fuente de alegría para Einstein y lo consideraba una parte esencial de su vida. Incluso le dio un nombre a su violín, Lina. Su segunda esposa, Elsa, se enamoró de él por su hermosa interpretación de Mozart en el violín. Einstein afirmó que la mayoría de la alegría en su vida provenía de la música y su vínculo con el violín.
La admiración de Einstein por Bach
Einstein tenía una profunda admiración por el compositor Johann Sebastian Bach. Consideraba que la música de Bach era tan profunda e impactante que no podía ser analizada. Einstein incluía en su repertorio el Concierto para dos violines de Bach, demostrando su aprecio por la obra del compositor.
Impacto en las mujeres
Las interpretaciones públicas de Einstein cautivaban especialmente a las mujeres. Su belleza masculina y su talento para el violín causaban un gran impacto en el público. Una mujer llegó a decir que tenía el tipo de belleza masculina que podía causar estragos.
El uso de la música para resolver problemas
Einstein recurría a la música cuando se encontraba en situaciones difíciles o bloqueado en su trabajo científico. La música le permitía resolver sus problemas y superar obstáculos. Su hijo Hans recordaba cómo su padre encontraba refugio en la música cuando enfrentaba dificultades en su trabajo científico.
Desagrado por Wagner
Aunque Einstein admiraba la inventiva de Richard Wagner, encontraba su falta de estructura arquitectónica como decadente. Además, la personalidad musical de Wagner le resultaba indescriptiblemente ofensiva. Einstein expresó que escuchar a Wagner le producía principalmente disgusto.
Conversaciones musicales de alto nivel
En 1930, Einstein tuvo una reunión con el polímata bengalí Rabindranath Tagore en Caputh, Alemania. Durante esta reunión, discutieron sobre la naturaleza de la música. Einstein planteó la idea de estudiar los efectos de la música europea en un indio que nunca había escuchado este tipo de música en su juventud. Tagore afirmó que la verdadera música, ya sea del Este o del Oeste, no puede ser analizada y que lo que afecta profundamente al oyente va más allá de sí mismo.
Vicepresidente de la Sinfónica de Princeton
Einstein ocupó el cargo de vicepresidente de la Sinfónica de Princeton desde 1952 hasta su fallecimiento en 195En su honor, la sinfónica realizó un concierto conmemorativo en el que interpretaron el Concierto de Navidad de Corelli y la Sonatina (música fúnebre) de la Cantata No. 106 de Bach. Durante este concierto, el amigo de Einstein, Robert Casadesus, fue el solista en el Concierto de Coronación de Mozart.
La música como carrera alternativa
En una entrevista realizada en 1929 para el Saturday Evening Post, Einstein afirmó que si no hubiera sido científico, habría sido músico. La música era una parte tan fundamental de su vida que no podía concebir su existencia sin ella. Su amor por la música y el violín fue tan profundo que la música siempre estuvo presente en sus pensamientos y acciones.
Desafortunadamente, no existen grabaciones autenticadas de Einstein tocando el violín. Aunque existen fotografías en las que se puede apreciar su técnica deficiente al sostener el violín y al cruzar el arco sobre las cuerdas en un ángulo incorrecto, testimonios de amigos y conocidos sugieren que Einstein tocaba con sinceridad y sentimiento. Aunque su técnica no era perfecta, su interpretación tenía un profundo impacto en quienes lo escuchaban.
La pasión de Einstein por el violín y la música en general fue una parte integral de su vida. La música lo acompañaba en sus momentos de reflexión y resolvía problemas que parecían insuperables. Aunque la música no era su profesión principal, era una fuente constante de alegría y belleza en su vida.
La relación de Einstein con el violín nos permite ver su lado más humano y su conexión con el arte. Además de su genialidad científica, Einstein nos recuerda la importancia de la música y el arte en nuestras vidas.
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